El costo de conseguir el cuerpo perfecto

¿Cuántas veces no hemos pensado que daríamos lo que fuera por ser más delgados o por tener el cuerpo perfecto?

Hoy en día, la presión por conseguir el cuerpo perfecto se ha convertido en una realidad demasiado común para muchas personas. 

Vivimos en una sociedad en la que los ideales sociales y culturales están tan profundamente entrelazados que algunos pueden estar dispuestos a correr riesgos peligrosos solo por la perfección física, pero ¿a qué precio? 

Este artículo hablaremos sobre por qué tener el cuerpo perfecto sale caro. Muy caro…

¿Qué tanto estamos dispuestos a sacrificar por lucir el cuerpo perfecto?

Y no me refiero a los miles de dinero que posiblemente tengas que invertir en dietas, gimnasios, pastillas para adelgazar o cirugías…

Me refiero también al costo emocional y el costo físico:

El cuerpo perfecto y su costo emocional 

La búsqueda del cuerpo perfecto también puede tener un costo emocional. Muchas personas se sienten presionadas para alcanzar los estándares de belleza impuestos por la sociedad. Esto puede llevar a: 

• La ansiedad constante sobre qué comer y qué no comer

• A la culpa cuando te comes algo que “no está dentro de la dieta”

• El miedo diario a subir de peso

• La frustración y el enojo cuando tu cuerpo no bajó ni un solo gramo.

• A la tristeza que te da cuando ves un número en la báscula que no te gusta.

• A la tremenda fuerza de voluntad que tienes que ejercer para no “caer en la tentación”

• A la baja autoestima

• A la depresión

• A la falta de respeto hacia tu cuerpo porque ignoras lo que realmente necesita.

Además, hacer lo que sea por conseguir la imagen corporal que quieres puede interferir con tus relaciones personales y la vida social.

Tener un cuerpo perfecto también cuesta mucho físicamente

Aquí me refiero a las dietas extremas y la deficiencia nutricional que pueden afectar tu salud. El exceso de ejercicio, o cualquier procedimiento cosmético que pueda tener riesgos para tu salud: como infecciones y reacciones alérgicas.

También el precio de tener un cuerpo perfecto te puede llevar:

• A sentir hambre intensa porque estás a dieta.

• A gastar una cantidad increíble de energía para controlar tu apetito (ni se diga a la energía que inviertes por estar buscando nuevas maneras para adelgazar).

• A comer toda la comida aburrida que no te gusta, pero como “no engorda” te la tienes que comer.

Y esto es solo el principio. Le pregunté a mis alumnas de "El arte de amar tu cuerpo" cuáles son algunas de las cosas que dejan de hacer por no tener ese cuerpo perfecto y quiero que veas lo que me respondieron…

¿Qué has hecho para conseguir el cuerpo perfecto?

• “Yo puse mucho tiempo en pausa el hecho de buscar / tener novio. Por mi cuerpo. Porque consideraba que mientras fuera gorda nadie me iba a querer.”

• “Yo he puesto en pausa sentirme sexy y ponerme atuendos sexies. Sentir que merezco lo mejor. Muy dentro de mí hay una creencia de que no merezco lo mejor por ser ‘gorda’.”

• “Yo pongo en pausa ponerme ropa que me gusta, una falda porque se te ve la pierna gorda o una blusa sin mangas.”

• “Yo pongo en pausa el no aprobarme. Y por más que mi esposo me pida que me ponga un bikini, no me atrevo.”

• “Durante muuuuchos años puse en pausa tomarme y compartir fotos de cuerpo entero.” 

• "Comprarme ropa de moda porque no me gusta como me veo"

• “Dejar de ir a una fiesta por no encontrar un buen vestido que me haga lucir bien.”

• “Ponemos en pausa disfrutar de desnudarte cuando estás en la intimidad por no mostrar estrías o busto caído por la lactancia. Nos juzgamos tan duro que nos cuesta trabajo darnos cuenta de todas las virtudes con las que contamos.” 

• “Yo he puesto en pausa ver de nuevo a viejas amistades”

• “Salir y hacer actividades que no estén en mi rutina entre semana como cenar en restaurantes (por seguir la dieta o por no faltar al gimnasio), dejar de hacer cosas sociales entre semana.”

• “No salir con mis amigas o hermanas porque son más delgadas que yo.”

• “(Dejar de) Usar ropa sexy por creer que me vería ridícula.”

• “Poner en pausa ser mamá”

• “Ser feliz contigo y disfrutar de tu familia, marido, hijos, porque estás enfadada todo el día.”

• “Comprarme ropa buena, de mejor calidad, porque “esta no es mi talla”, andar siempre buscando ofertas para dejar “lo mejor para cuando regrese a mi talla.”

 Sí, el cuerpo perfecto sale muy caro. La ilusión del cuerpo perfecto te roba de tu felicidad, te roba de tu poder personal… de tu energía vital.

Entonces, ¿Qué es el cuerpo perfecto?

Antes de hablar de las medidas necesarias para lograr el cuerpo perfecto, es importante entender qué es realmente el cuerpo perfecto. En realidad, el cuerpo perfecto no existe, ya que cada cuerpo es diferente y tiene sus propias características únicas. Lo más importante es tener un cuerpo sano y fuerte, que nos permita llevar una vida plena y activa.

Lo peor de todo, es que tu ilusión del cuerpo perfecto no solo te cuesta a ti. También le cuesta a tu familia y a tus amistades...

 Al estar tan enfocada en la búsqueda del cuerpo perfecto, le robas a las personas que están a tu alrededor la mejor versión de ti mism@

No caigas en la creencia tóxica falsa de que finalmente te transformarás cuando te conviertas en talla 4. La transformación que tanto buscas sucede cuando aprendes a ser más compasiva contigo misma.

En mi curso "El arte de amar tu cuerpo" te enseño a dejar de enfocarte en la búsqueda del cuerpo perfecto y a aceptar todo tu cuerpo. 

Aprenderás a ser más compasiv@ contigo mism@, a aceptar TODO tu cuerpo, no solo las partes que te gustan, a respetar tu cuerpo y dejar de abusar con expectativas irrealistas.

Este curso te ayudará a dejar de rechazar tu cuerpo como tantos años a mí me paso, simplemente porque “no me veía” como lo prometen las revistas y los medios o como mis propias creencias mentales lo querían.

Recuerda que la transformación que tanto buscas sucede cuando aprendes a aceptarte a ti misma. No te arrepentirás de no haber pasado más horas en el gimnasio o de no haber hecho más dietas, pero sí podrías arrepentirte de no haber disfrutado más, de no haber bailado más, de no haber amado más y de no haber jugado más. 

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¿En verdad vas a dejar de creer en ti misma por unos kilos de más? ¿De verdad quieres darle tu poder a un montón de peso?

Tienes que tomar una decisión: ¿Quién decide cómo vives tu vida?

 ¿TÚ o tu peso? 🤔