Blog Energía Nutritiva

¿Por qué me da flojera hacer ejercicio?

Escrito por Energía Nutritiva | Apr 4, 2023 5:27:21 PM

Si eres una de esas personas que no deja de decir: Haré ejercicio mañana, seguro que sí. Y no lo hace, aquí hay unos cambios que me permitieron recobrar la motivación para hacer ejercicio y que espero te funcionen.

A algunos les encanta despertarse muy temprano en la mañana a hacer ejercicio, otras personas hacen al menos 4 veces a la semana alguna rutina, otros, logran sacar un pequeño espacio del día en la noche para hacer un poco de ejercicio... y existen los que como yo en su momento, tuvimos un momento donde sabía que quería hacer ejercicio, sabía que era muy importante para mi salud, pero no tenía ni 5 de ganas y motivación para hacerlo. 

A ver si te suena este panorama… 

En las mañanas no me levantaba ¡ni con despertador! Cansada, y sin ganas de mover ni un dedo del cuerpo… Me sentía culpable por no querer hacer ejercicio. Y la antigua creencia de “si no hago ejercicio voy a engordar”, quería salir a la luz.

No me motivaba para nada hacer ni: sentadillas, flexiones, bicicleta, ejercicios en casa, etc. Ahora quiero contarte lo que me funcionó a mí para recobrar esa motivación que parecía haber desaparecido de mi mente y de mi cuerpo.

🌟 Tabla de contenido

¿Por qué me da pereza hacer ejercicio?

¿Cuáles son las creencias limitantes que no me dejan hacer ejercicio?

¿Qué hago si me da pereza hacer ejercicio?

1. Cambié mis horarios de hacer ejercicio.

2. Me di permiso de hacer menos ejercicio que lo que estaba haciendo antes.

3. Me abrí a la posibilidad de hacer un movimiento diferente a lo que estaba haciendo.

¿Por qué me da pereza hacer ejercicio?

Para nadie es un secreto que en todo lado vemos que el ejercicio es increíblemente importante para nuestra salud y bienestar en general. Pero por qué nos costará tanto incluso hasta ponerlos la ropa adecuada para hacer ejercicio o simplemente pensar en movernos o por qué luego de poner mil excusas para no hacer ejercicio nos sentimos tan culpables, todo esto me rondaba por la cabeza.

Y en este apartado te voy a hablar de algunos factores que te impiden hacer ejercicio:

  1. Falta de motivación: A veces, simplemente no encontramos la motivación necesaria para hacer ejercicio. Puede ser que nos sintamos cansados, tristes, estresados o deprimidos, y esto nos impida encontrar la energía para hacer actividad física.

  2. Falta de tiempo: En ocasiones, el ritmo de vida acelerado hace que sea difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio. Esto se debe a que consideramos que sólo el ejercicio vale la pena o nos traerá resultados, si le dedicamos muchas horas. Pero por paradójico que parezca, esto termina siendo más perjudicial para tu mente y tu cuerpo.

  3. Falta de variedad: Hacer siempre el mismo tipo de ejercicio puede resultar aburrido y monótono. A veces parecemos disco rayado y repetimos los entrenamientos que llevamos por año haciendo, pero no nos ponemos a pensar ¿Realmente esto que estoy haciendo me gusta?

  4. Estrés: El estrés crónico puede agotar nuestra energía y reducir nuestra motivación para hacer ejercicio. Además, el estrés puede hacer que nos sintamos más tentados a comer alimentos poco saludables o a beber alcohol en exceso, lo cual puede interferir en nuestra capacidad para hacer ejercicio con regularidad.

  5. Factores emocionales y creencias limitantes: Por ejemplo, aquí te recuerdo que la baja autoestima, puede hacerte sentir tan incómodo con tu cuerpo que evites hacer ejercicio, o el miedo al fracaso porque has intentado hacer ejercicio en el pasado y no has logrado los resultados que esperabas y es posible que te invada de nuevo el miedo a fracasar...

Pero estos no son los únicos factores emocionales y creencias que interfieren en nuestro deseo de hacer ejercicio o de incluso movernos, en el siguiente apartado verás un live muy interesante que habla más a profundidad de ello.

¿Cuáles son las creencias limitantes que no me dejan hacer ejercicio?

Te comparto un live que me disfruté mucho haciendo con mi comunidad y en el cual, a partir del minuto 08:00 te cuento que uno de los principales motivos por los cuales nos da flojera hacer ejercicio, ya sea en ejercicio en casa o en un gym, tiene que ver con las limitaciones con las cuales hemos programado nuestra mente...

Aquí te comparto un pequeño pedacito del live para que te animes a verlo:

- "... Por ejemplo yo me acuerdo que tengo una alumna de RTC 21 días que me decía:

“María es que yo sé que el ejercicio es bueno para mí, pero nomás no se me antoja” y conforme fuimos recordando, nos dimos cuenta que de chiquita ella era muy torpe ... Y muy constantemente se caía, era de las chicas que en el colegio nunca la escogían para los deportes entonces en su mente ya grabó una experiencia muy negativa con respecto al ejercicio..."  -

 

¿Qué hago si me da pereza hacer ejercicio?

Ahora, hay algo que quiero que recuerdes siempre, en la vida hay etapas para todo. Hay etapas en las que uno está motivadísimo para hacer ejercicio, y que uno tiene toda la energía para eso, y hay etapas en las que no.

¡Y no pasa nada!

No es motivo para sentirse culpable ni enojado con uno mismo.

Entonces en vez de obligar a tu cuerpo a hacer algo que evidentemente ahorita no quiere hacer y autoimponerte a ti mismo rutinas de ejercicio que estabas haciendo en otra etapa de mi vida, hoy puedes decidir hacer una nueva rutina, aquí te va mi empujoncito para que hagas el cambio, desde lo que a mí me funcionó para recobrar la motivación…

1. Cambié mis horarios de hacer ejercicio.

Como me estaba levantando con mucho esfuerzo en las mañanas, evidentemente mi cuerpo necesitaba dormir un poco más. Por el estrés de los proyectos nuevos, por las preocupaciones, por lo que quieras… Entonces en vez de levantarme tan temprano a hacer ejercicio, me di permiso de aprovechar esos 40 minutos y dormir un poco más.  Moví el ejercicio para la tarde, en un horario en el que estoy súper despierta y sin flojera, y con energía para querer moverme (entre 6 y 7 pm.) Un tip que me funcionó muy bien, es que después de comer, en vez de seguir vestida con mi ropa de “ejecutiva”, me cambié a ropa de gimnasio. ¡Me funcionó excelente! Psicológicamente, por algún motivo, me sentía más lista para mover mi cuerpo. 

2. Me di permiso de hacer menos ejercicio que lo que estaba haciendo antes.

Me pregunté: ¿cuánta cantidad de ejercicio sería aceptable hacer en este momento para mi cuerpo? Y la respuesta fue 20 a 30 minutos máximo.  Lo maravilloso es que ya estando en mi ropa deportiva y entrada en sudor, me daban ganas de hacer otros 10 o 15 minutitos más. ¡Mágico!

La diferencia es que si yo me hubiera auto impuesto hacer los 40-45 minutos desde el inicio, posiblemente me hubiera ganado la flojera y no lo hubiera hecho. Negocié conmigo misma para que la decisión de moverme no fuera tan difícil. Y funcionó.

3. Me abrí a la posibilidad de hacer un movimiento diferente a lo que estaba haciendo.

Hace un tiempo estaba haciendo una combinación de ejercicios de cardio y resistencia, que me dejaban empapada de sudor. Pero en esta etapa, nada más de pensar en estar brincoteando por todo mi cuarto con mis videos, ¡me daban ganas de regresarme a la cama a descansar! Simplemente, mi cuerpo no lo toleraría…

Así que ahora opto por salirme a caminar alrededor de mi cuadra… me pongo mis audífonos, pongo mis videos de Benihno Massaro (un maestro espiritual al que traigo de moda), me dispongo a mover mi cuerpo y a aprender a liberar mi mente en el proceso y es ¡Maravilloso! 

Generalmente, prefiero hacer algún ejercicio en el que sienta que estoy trabajando mis músculos, como es el caso de los ejercicios de resistencia, pero mi cuerpo en este momento me está diciendo otra cosa. Y mi trabajo es escucharlo y atenderlo…

La clave fue que a pesar de que estaba totalmente desmotivada para hacer ejercicio, encontré una forma de mover mi cuerpo que fuera sostenible para mi cuerpo en esta etapa de mi vida.

Ahora, si la motivación no ha regresado en muuucho tiempo, entonces tenemos que indagar más profundo.

Es posible que haya una condición de salud que te tenga en un estado de fatiga extrema, que necesite corrección tanto a nivel físico, nutricional como emocional.

O es posible que haya alguna serie de creencias a nivel subconsciente que están saboteando tus esfuerzos por mover tu cuerpo.

Si te ha gustado esta publicación házmelo saber en los comentarios. Comparte la publicación y continúa viendo más contenido que he preparado con amor para ti.