Blog Energía Nutritiva

10 factores emocionales que no te dejan bajar de peso

Escrito por Energía Nutritiva | Mar 10, 2023 6:47:02 PM

¿Estás harto de las dietas que no funcionan? Descubre cómo los factores emocionales pueden estar afectando tu capacidad para bajar de peso

Si has estado tratando de bajar de peso, pero no has tenido éxito, podría ser debido a factores emocionales que están obstaculizando tu progreso. A menudo, la gente se enfoca únicamente en el aspecto físico de la pérdida de peso, pero la conexión mente-cuerpo es igual de importante para alcanzar tus objetivos de pérdida de peso.

Lo que piensas, crees y sientes es igual o más importante que lo que comes. Sí, tienen un impacto sobre:

  • Tu digestión
  • Tus hormonas del metabolismo
  • La absorción de nutrientes
  • Cómo quemas calorías
  • Como acumulas grasa.

Tú puedes tener el plan de alimentación más saludable del planeta, pero si te encuentras en un estado de estrés emocional, inconscientemente puedes estar desactivando tu metabolismo y provocando almacenaje de grasa no deseado.

En este artículo, exploraremos diez factores emocionales que podrían estar afectando tu capacidad para bajar de peso…

🌟 Tabla de contenido

1. Tienes una relación caótica con tu cuerpo y la comida

2. No tienes placer en tu vida

3. No estás escuchando los mensajes que tu cuerpo tiene para ti

4. Te falta la vitamina R - Respeto

5. Hay un miedo en tu vida que no puedes o no quieres resolver.

6. Vives demasiado a prisa.

7. No duermes bien en las noches.

8. Bajar de peso no tiene que ver con hacer exceso de ejercicio.

9. Una sexualidad reprimida o caótica puede interferir en tus planes para bajar de peso

10. Tienes personas tóxicas en tu vida a las que aún no les pones límites.

1. Tienes una relación caótica con tu cuerpo y la comida.

Esta relación provoca estrés en tu cuerpo, en donde desregulas tus hormonas del apetito, provocándote que comas más de lo que necesitas.

En mi clase Kilos emocionales, verás cómo transformar una relación caótica con la comida, en una basada en el amor, la compasión y el respeto. Y al transformar esto, será mucho más fácil bajar de peso.

2. No tienes placer en tu vida.

El placer es un gran catalizador del metabolismo. Si no recibimos placer, nuestro cuerpo produce una sustancia llamada NEUROPEPTIDO Y. Y esta sustancia, hace que te dé hambre, sobre todo en las mañanas cuando ya es hora de desayunar.

Cuando tú te restringes de comida porque estás a dieta, o no comes nada que te sepa rico porque todo lo rico es pecado, estás provocando inconscientemente que te dé ansiedad por comer. 

3. No estás escuchando los mensajes que tu cuerpo tiene para ti.

El cuerpo es un mensajero. Nos habla a través de las sensaciones, de las enfermedades y nuestras condiciones de salud. La ansiedad por comer es un mensaje que te está mandando tu cuerpo, ya sea de que hay algo físico que hay que arreglar, o algo emocional.  Por ejemplo, quizás en mi trabajo no me siento valorada, y esta falta de reconocimiento me hace que busque confort en la comida.

4. Te falta la vitamina R – RESPETO.

Piensa por un momento en lo primero que piensas cuando te ves en el espejo. ¿Qué piensas? Si me hubieras preguntado a mí, hace muchos años, antes de convertirme en coach de Psicología de la Alimentación, yo diría:

“Guacala, qué gorda estoy. Qué brazos tan aguados. Por qué tan grande las pompas. Me choca la celulitis. Qué cuerpo tan inaceptable.”

Pasamos varios minutos del día enganchadas con lo que no nos gusta ¿y qué hacemos?:

  • Nos criticamos, nos rechazamos, y abusamos verbal y mentalmente de nosotras.
  • Nos ponemos en dietas muy bajas en calorías, nos castigamos con exceso de ejercicio, o al contrario, nos castigamos al no mover a nuestro cuerpo, nos atiborramos de comida chatarra, e ignoramos las señales de hambre y saciedad que nos da nuestro cuerpo.

Esto nos engorda porque nuestro cuerpo detecta un auto ataque- y entra en un estado de estrés crónico bajo.

Y si esto se da día tras día, eventualmente empezamos a acumular grasa y a no desarrollar músculo, aunque comamos sano y hagamos ejercicio.

5. Hay un miedo en tu vida que no puedes o no quieres resolver.

El miedo te puede estar pasando factura con el peso (independientemente de que seas consciente de él o no). 

Puede ser:

  • Miedo a no ser suficiente.
  • Miedo a no poder.
  • Miedo a salir de tu zona de confort.
  • Miedo a engordar.
  • Miedo a no poder adelgazar.
  • Miedo a no ser una buena mamá
  • Miedo a la carencia.
  • Miedo a no ser exitosa
  • Miedo a que no te quieran o te acepten.
El miedo es una emoción que, si no la procesamos, y la vivimos crónicamente, ya sea consciente o inconscientemente, activa nuestro sistema nervioso simpático, apagando mi digestión, desregulando mis hormonas del apetito, acumulando grasa y no desarrollando músculo (entre muchas otras cosas).

6. Vives demasiado a prisa.

Cuando vivo demasiado a prisa: ¿qué sucede? Generalmente como rápido, no pongo atención a lo que estoy comiendo, no me doy suficiente tiempo para descansar y puedo llegar a ser demasiado dura conmigo misma (entre miles de otras consecuencias más).

Y todo esto, si se vive crónicamente, eventualmente va fatigando mis glándulas suprarrenales… Y cuando vivo con fatiga adrenal, mi hormona cortisol está fuera de control. Y una de las principales consecuencias de que mis niveles de cortisol estén fuera de control, es el incremento de peso “inexplicable”, ¡especialmente alrededor del abdomen!

7. No duermes bien en las noches.

La falta de sueño puede afectar la pérdida de peso de varias maneras. Cuando no duermes lo suficiente, es más probable que te sientas cansado y estresado, lo que puede aumentar tus antojos de alimentos poco saludables. Además, la falta de sueño puede afectar negativamente tu metabolismo. Lo hace más lento porque te ayuda a guardar energía.

8. Bajar de peso no tiene que ver con hacer exceso de ejercicio

Cuando yo hago un exceso de ejercicio, estimulo la producción de cortisol e insulina y estas dos hormonas, producidas en exceso provocan acumulación de grasa y una inhabilidad para desarrollar músculo.

La etapa de mi vida en la que más subí de peso fue cuando hacía 3 horas de ejercicio diaria…

Muy impresionante, ¿verdad?

9. Una sexualidad reprimida o caótica puede interferir en tus planes para bajar de peso

Pocas personas hacen la conexión entre su sexualidad y su peso. Un incremento de peso puede ser la expresión de una represión de energía sexual: miedo a expresar nuestra sexualidad o no saber cómo expresarla apropiadamente (independientemente tengas pareja o no).

Por otro lado, un incremento de peso puede ser una forma de protección de algún daño o abuso sexual. Una represión sexual puede contribuir a comer compulsivamente o a ansiedad por comer.

10. Tienes personas tóxicas en tu vida a las que aún no les pones límites.

En mi grupo de alumnas de El Arte de Amar tu Cuerpo sale mucho este tema.

No falta la amiga en tu vida que siempre se está quejando, la que siempre tiene un comentario negativo para ti, el familiar que siempre te pide que le resuelvas la vida, el jefe que nunca te toma en cuenta o incluso el marido que no te sabe valorar….

En un estudio en del American Journal of Epidemiology de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos, se reportó que las personas que están rodeadas de relaciones tóxicas tienden a tener más kilos de grasa (especialmente alrededor del abdomen) que las personas que tienen relaciones de apoyo.

Se sospecha que las relaciones tóxicas provocan estrés en el cuerpo, en donde es mucho más fácil refugiarse en la comida y en el alcohol. El estrés, como ya hemos visto, también apaga tu digestión y eleva tus niveles de azúcar e insulina en la sangre, así como tus niveles de cortisol.

Si tienes una persona (o varias) tóxica en tu vida, es tiempo de decidir si vas a poner límites o si vas a seguir permitiendo que interfieran con tu salud.

Ya has visto solo 10 factores emocionales que afecta tu capacidad para bajar de peso, pero si te dijera que no solo afectan tu peso, también interfieren en tu condición de salud, como la tiroides y que además son tus emociones quienes controlan tu necesidad de comer en excesos. . . Seguro no me creerías del todo.

Y te entiendo, cuando me encontré con esta información, me voló la cabeza. Por eso te invito a mi clase "Cómo saber si tus kilos son emocionales", esta es una clase que para personas que se sienten insatisfechas con su cuerpo debido a la influencia del círculo social tóxico o los medios de comunicación que transmiten un "correcto" estándar de figura esbelta. 

En la clase te voy a ayudar a entender por qué es tan importante amar y aceptar tu cuerpo tal como es, para que puedas hacer cambios positivos sin sentirte presionada por expectativas poco realistas tanto tuyas como de la sociedad…

En definitiva, con mi clase sobre kilos emocionales sabrás cómo abordar tus problemas de peso de manera integral y sostenible, y desarrollar una relación saludable con la comida y tu cuerpo. 

¡Te espero para recorrer juntos este camino de amor propio y bienestar!