Si queremos adoptar una mentalidad de abundancia, debemos empezar por cambiar nuestra forma de pensar y enfocarnos en las oportunidades ilimitadas que nos ofrece el universo.
Todos conocemos a alguien que parece tener una vida próspera y plena, como si todo le saliera BIEN, mientras que otros parecen luchar constantemente por conseguir lo que necesitan. La diferencia entre estas personas puede radicar en su mentalidad, específicamente, si tienen una mentalidad de abundancia o una mentalidad de escasez.
Este artículo viene cargado con información que te cuestionará tu forma de pensar. En qué bando estás, en la escasez o en la mentalidad de abundancia. Averígualo aquí…
| 🌟 Tabla de contenido |
Las personas con una mentalidad de abundancia o mentalidad de tiburón ven el mundo como un lugar lleno de oportunidades y recursos ilimitados. Estas personas creen que hay suficiente para todos y que pueden lograr lo que se propongan.
Cuando una persona con mente abundante descubre que algo la está bloqueando, en lugar de quedarse en el problema, se hace las preguntas necesarias para poder darle la vuelta.
La abundancia es nuestro estado natural, sin embargo, muchos de los bloqueos que nos desconectan de la plenitud están arraigados en nuestro inconsciente y nos alejan de la prosperidad que merecemos.
Las personas con una mentalidad de escasez, por otro lado, ven el mundo como un lugar donde los recursos son limitados y competitivos. Estas personas creen que nunca tendrán lo suficiente y que deben luchar constantemente para obtener lo que necesitan.
Lo que ellos no saben es que, los problemas de escasez siempre tienen que ver con uno mismo no son casualidad ni buena ni mala suerte, son la consecuencia de que tengo ciertos bloqueos internos que están siendo generados por mí misma/o.
En resumidas cuentas, si la persona tiene un problema de escasez de recursos, estos se originan ¡¡Adentro!! No en su realidad exterior. Así es como por años se nos ha hecho creer que es.
Además, usualmente las personas con mentalidad de escasez terminan tomando decisiones para su vida desde los sentimientos de miedo, culpa, tristeza y envidia, lo que le genera ciertos bloqueos internos. Y a menos de que se rompan esos bloqueos, la mentalidad de escasez permanece.
A poco ya te cayó el 20 con esto ¿verdad?, ahora entonces quiero que veas con estos pequeños ejemplos cómo se ve la diferencia entre tener una mentalidad de escasez y una mentalidad de abundancia ante ciertas situaciones de la cotidianidad…
💫 Una mente abundante piensa: "¿Cómo sí podría pagar mentorías para hacer crecer mi negocio?", mientras que las personas con mentalidad de escasez piensan que invertir en conocimientos no vale la pena.
💫 Una mente abundante piensa: "¿Cómo sí podría ser exitos@ a pesar de la crisis que parece que se viene?", mientras que los demás piensan que con la crisis es imposible que les vaya bien.
💫 Una mente abundante piensa: "¿Cómo podría ser feliz con el dinero que tengo?", mientras que los demás piensan que no les alcanza el dinero para nada.
¿Ves la diferencia en la forma de pensar? Una mente abundante no se rinde ante las limitaciones, sino que busca soluciones creativas y se enfoca en lo que sí es posible, CAMBIAR DESDE SU INTERIOR.
Si has pasado por alguna de estas situaciones, no te angusties. Ha sido importante que llegues hasta aquí y que además hayas luchado por cambiar el exterior porque eso te ha permitido cansarte o como yo digo “tocar pared” y querer buscar una nueva información en tu vida para evolucionar.
Cuando nos enfocamos en lo que ya tenemos y nos sentimos agradecidos por ello, nuestra mente se enfoca en la abundancia en lugar de la escasez. Lo que nos permite sentirnos más satisfechos y plenos.
La gratitud también nos ayuda a cambiar nuestra perspectiva y a ver la vida de manera más positiva. En lugar de centrarnos en lo que nos falta, nos enfocamos en lo que tenemos y en lo que ha ido bien en nuestras vidas. Esto nos ayuda a ver las oportunidades que tenemos a nuestro alrededor y a sentirnos más optimistas y positivos acerca de la vida en general.
Puedes empezar dedicando un pequeño espacio de tu tiempo para escribir una carta a alguien que hoy haya tenido un impacto positivo en tu vida. Lee la carta antes de irte a dormir y si puedes compártela con esa persona a la cual has dedicado la carta.
La mentalidad de abundancia y la confianza en uno mismo están estrechamente relacionadas.
Cuando tenemos confianza en nosotros mismos, somos más propensos a tomar riesgos y a buscar nuevas oportunidades. Creemos que podemos lograr lo que nos proponemos, lo que nos impulsa a avanzar y a buscar nuevas formas de crecer y desarrollarnos.
Cuando confiamos en nosotros mismos, no nos dejamos abatir por los fracasos, sino que los vemos como oportunidades para aprender y crecer. Crear una relación funcional y positiva contigo desde adentro es super poderoso.
En primer lugar, nuestra mente está programada para buscar patrones y conexiones entre la información que ya tenemos, lo que significa que tendemos a aferrarnos a las mismas ideas, creencias y pensamientos que ya tenemos. Si queremos tener una mente abundante, necesitamos exponerla a nuevas ideas y perspectivas que nos permitan ver el mundo de manera diferente.
En segundo lugar, la nueva información nos ayuda a ampliar nuestro conocimiento y a desarrollar nuevas habilidades. Si queremos tener éxito en cualquier ámbito de nuestra vida, necesitamos estar dispuestos a aprender cosas nuevas y a adaptarnos a los cambios que se presentan. La información nueva nos permite hacer precisamente eso, ya que nos da las herramientas que necesitamos para avanzar y crece.
Entonces, tu mente no puede actuar de una manera distinta si sigue teniendo las mismas creencias y formas de ver la vida que hasta ahora. ¡Es momento de cambiar el chip!
Adoptar una mentalidad de abundancia puede mejorar significativamente tu calidad de vida. Te ayudará a experimentar éxito financiero, relaciones interpersonales satisfactorias y una buena salud mental y emociona.
Aquí es importante recordar que nuestras creencias y pensamientos no son verdades absolutas y pueden cambiar. Si queremos adoptar una mentalidad de abundancia, debemos empezar por cambiar nuestra forma de pensar y enfocarnos en las oportunidades ilimitadas que nos ofrece el universo.
Pero quiero que tengas en cuenta esto, nadie más que tú puede decidir hacerlo, porque es algo que como ya te he dicho antes, nace y se fortalece desde tu interior.
Así que ya sabes, la principal diferencia entre una persona abundante y una persona con mentalidad de escasez como puedes ver, no tiene nada que ver con la crisis, ni la educación profesional que recibiste.
Tiene que ver con su RIQUEZA INTERIOR. Sin riqueza interior, NO HAY RIQUEZA EXTERIOR.